«Llevaba años colaborando con la organización y pensé en dejar una parte de mí en el testamento. Me parecía que esto había formado parte de mi vida. Es una aportación que cuando yo no esté seguirá contribuyendo a que estos proyectos tengan un largo recorrido. Creo que es fundamental que una ONG cuente con los fondos fijos para que los proyectos tengan continuidad.»
«Además, me resultó muy sencillo, llamé al abogado de Oxfam Intermón para aclarar algunas cuestiones que fueron resueltas con claridad. El notario también estaba muy acostumbrado y me asesoró con facilidad».
«Creo que cualquier persona puede dejar una parte a una causa que la motive; no supone un trastorno para el resto de sus herederos. Se trata de mantener la línea vital de cada uno. Y sobre todo, es muy sencillo hacerlo y se puede cambiar.»
Elvira Jiménez, voluntaria en la tienda de comercio justo de Oxfam Intermón.