La idea de que para hacer un testamento solidario es necesario ser rico es un mito que debemos desmentir. Cualquier persona, independientemente de su situación económica, puede hacer un testamento solidario. Lo que realmente importa es el deseo de hacer el bien. Veamos por qué.

1. Todos pueden contribuir:

El testamento solidario es una forma de dejar un legado para causas benéficas o organizaciones sin fines de lucro que son importantes para ti. No se trata de la cantidad de bienes que poseas, sino de tu deseo de contribuir a una causa que consideres valiosa. Puedes designar un porcentaje de tus bienes, una cantidad fija o incluso propiedades específicas.

2. Impacto significativo:

Incluso si no eres millonario, tu contribución puede tener un impacto significativo. Las organizaciones benéficas aprecian cada donación, sin importar su tamaño, ya que cada granito de arena suma. Tu generosidad puede marcar la diferencia en la vida de personas necesitadas o en proyectos que buscan mejorar la sociedad.

3. Planificación financiera:

Hacer un testamento solidario no significa dejar a tus seres queridos desprotegidos. Puedes planificar cuidadosamente tu legado para asegurarte de que tus seres queridos reciban la parte que desees dejarles. El testamento solidario es una adición a tu plan financiero, no una sustitución.

4. Inclusividad:

El testamento solidario es una práctica inclusiva que da voz a tus valores y creencias. No importa cuál sea tu situación económica; tu capacidad para hacer el bien a través de un testamento solidario no está limitada por tu riqueza, sino por tu deseo de ayudar.

5. Inspiración para otros:

Hacer un testamento solidario, independientemente de la cantidad donada, puede inspirar a otros a seguir tu ejemplo. Tu acto de generosidad puede motivar a amigos y familiares a considerar hacer lo mismo.