El testamento es un documento legal que establece cómo se distribuirán los bienes y activos de una persona después de su fallecimiento.
Sin embargo, muchas personas en España no tienen un testamento hecho, lo que puede generar complicaciones y conflictos en el proceso de herencia. En este artículo, hablaremos sobre qué sucede si falleces sin haber hecho un testamento y cómo puedes hacer un testamento solidario para contribuir a causas solidarias.
¿Qué sucede si falleces sin haber hecho testamento en España?
Cuando una persona fallece sin haber hecho un testamento en España, se dice que ha fallecido «intestada». En este caso, se aplicará el Código Civil español para determinar quiénes son los herederos legales y cómo se repartirán los bienes del fallecido.
De acuerdo con la ley, los herederos legales serán primero los descendientes, hijos y nietos; si no los hubiese, se pasa a los ascendientes, padres o abuelos. Y si estos tampoco existen, hereda el cónyuge sobreviviente, y si no hay, los parientes colaterales hasta el cuarto grado
Si finalmente se determina que no hay herederos legales, el Estado o la comunidad autónoma, dependiendo de los casos, se quedará con los bienes del fallecido.
Consecuencias de no hacer testamento
Las consecuencias de no hacer un testamento pueden variar según cada caso en particular, pero algunas incluyen:
- Que los bienes no se distribuyan según la voluntad del fallecido: cuando una persona fallece sin haber dejado un testamento, sus bienes serán distribuidos de acuerdo con las normas establecidas por la ley de sucesiones.
- Que se produzcan conflictos familiares: cuando una persona fallece sin haber dejado un testamento, pueden surgir conflictos entre los familiares para determinar cómo se distribuirán los bienes. Estos conflictos pueden ser especialmente intensos si la relación entre los familiares no era buena.
- Que se pierda la oportunidad de realizar una planificación fiscal adecuada: el testamento también es una herramienta importante en la planificación fiscal, ya que puede permitir reducir el impacto de los impuestos sobre la herencia. Si no se hace un testamento, se pierde la oportunidad de realizar esta planificación.
- Que los trámites para la distribución de la herencia se alarguen: cuando una persona fallece sin haber dejado un testamento, puede ser necesario realizar un proceso de partición judicial de la herencia. Este proceso puede alargar mucho los trámites.
- Que no podamos hacer un testamento solidario: si no hacemos testamentos perdemos la oportunidad de acordarnos de una ONG o fundación en él y, trasmitir, de esta manera, nuestra generosidad a las siguientes generaciones.
En resumen, fallecer sin haber hecho un testamento puede tener consecuencias no deseadas porque genera problemas entre los herederos, dilata mucho los plazos, y, lo más importante, impide que dejemos dispuestos nuestros bienes como queremos.